Por: Heraldo de México martes, 29 de septiembre de 2020 · 02:26
La fotografía ha sido, de un tiempo a la fecha, el punto de partida para realizar mi obra. Imágenes de cables, construcciones, vistas aéreas, fotos de túneles, radiografías y registros de las huellas de la ciudad; constituyen los impulsos principales que he explorado mediante esta disciplina artística. Desde el 2002 comencé a obsesionarme en recorrer la ciudad a pie, en ese momento estaban construyendo el segundo piso del periférico justo en la esquina de mi taller, así que decidí hacer una especie de bitácora del proceso; elaborando una reinterpretación de la ciudad a partir de estas construcciones, como si fuera un bosque urbano, formado por trabes, columnas, ballenas, polines, varillas y amarres.
Mi fascinación por dichos materiales constructivos surgió de una manera irrefrenable, finalmente podía ser testigo de una obra de gran magnitud que me inspiraba a realizar mis esculturas.
Asimismo, pude constatar la terrible devastación que provocamos en la naturaleza al edificar las ciudades utilizando la madera –los árboles– como medio de construcción, por lo que me llevó a realizar una serie de esculturas con cimbras, maderas de corte y polines de construcción. “El bosque transformado” (2012) fue la obra más relevante de esta serie y que actualmente son las puertas de acceso del Centro Cultural Elena Garro.
Mientras montaba la exposición Horizontes fragmentados, en el 2008, tuve la oportunidad de elaborar un registro fotográfico aéreo. Observando cómo la ciudad se había tragado los cerros, las imágenes que capturé eran testigos de cómo todas esas montañas parecían cubiertas por tapices de concreto. En ese momento definí que dichas fotografías estarían elaboradas en textiles, para que el espectador pudiera tener la sensación que yo obtuve al tomarlas.
Cuando volaba por el aire, me preguntaba: ¿Qué pasaba con las entrañas de una de las ciudades más grandes del mundo? Si desde el cielo podía percibir ciertos aspectos, ¿cómo sería su interior?
Fue entonces cuando decidí elaborar un proyecto que presenté al FONCA para fotografiar las excavaciones de la línea 12 del Metro. De esta nueva exploración surgieron una serie de fotografías que traduje en afelpados, los cuales elaboré en el taller del CaSA en Oaxaca y bajo la invitación de Francisco Toledo.
Por otro lado, partiendo de las radiografías del cuerpo de mi padre, el arquitecto Ramón Torres, me propuse imprimir la parte que más me interesaba de la placa y luego, a partir de fotocopias de estas imágenes, las trasladé en barro crudo utilizando el tóner de la impresión como engobe cerámico.
Ha sido muy interesante para mi utilizar la fotografía, no sólo como una herramienta más para poder realizar mi trabajo, sino como un medio que me ha permitido analizar de una manera mucho más acuciosa el espacio que me rodea y que finalmente es el leitmotiv de mi trabajo. POR: PALOMA TORRES BGM Encuentra el artículo dando clic en el siguiente link: El Heraldo de México. Del Obturador a la Tridimensión Encuentra el suplemento cultural «Cúpula» del periódico El Heraldo de México en el siguiente vínculo: El Heraldo de México. Suplemento Cultural Cúpula
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